ZONAS DE BUCEO · INMERSIONES
Si todavía no conoces los fondos de Lanzarote tienes mucha suerte porque vas a descubrir un mundo que nunca antes hubieses podido imaginar. Una isla volcánica con tanta variedad de paisajes bajo el mar como fuera de él, donde la mayor parte de su fauna se esconde bajo sus aguas. Te presentamos aquí algunas zonas de buceo donde pasarás momentos inolvidables.
CHARCO DEL PALO
El acceso es desde tierra y en el aparcamiento, situado relativamente cerca, nos podemos equipar cómodamente, para luego bajar con el equipo por una vereda y entrar en el agua por una de las dos escaleras metálicas. Como la zona de buceo es muy amplia, se sugieren dos recorridos, uno hacia la derecha del punto de entrada y el otro hacia la izquierda. Ambas rutas permiten adaptarse a diferentes niveles, variando la profundidad máxima de la inmersión. En cuevas y oquedades resulta interesante buscar animales como morenas, pulpos, anémonas gigantes, briotas e incluso camarones narval. Cuando se nada por encima de la arena, es importante observar con atención ya que son frecuentes los angelotes, tembladeras y chuchos.
PLAYA DEL JABLILLO
El acceso es desde la misma playa y se puede hacer un recorrido circular ya que la forma de la bahía invita a ello. La zona es perfecta para disfrutar del placer de descubrir sus rincones buceando, ajenos a cualquier preocupación. Las tranquilas aguas permiten encontrar los animales más característicos de Canarias, por lo que resulta un lugar ideal para aprender a distinguir la variedad de fauna submarina de Lanzarote. Las personas más aventureras también pueden probar a explorar el exterior del espigón.
WAIKIKI
La inmersión comienza desde el cabo de fondeo de la línea de boyas que delimita la zona de baño. Desciende dejando a un lado el borde del gran grupo de rocas que se extiende hacia la costa, y al otro la pendiente de arena que cae al veril. Bajamos por la arena hasta éste, siguiendo una de las dos crestas de roca dependiendo de la corriente y de nuestra propia predilección. Al final de la situada más al este, a 18 m de profundidad, bajo una cornisa, crece una de las ramas de coral naranja más someras de Canarias. En la parte más profunda del veril (a unos 28 m), hacia el Este, podemos encontrar una pequeña cueva con una gerardia colgante de gran tamaño acompañada de fulas tres colas.
RICHIES PLACE
El buceo comienza directamente por la línea de boyas que delimita la zona de baño de la playa. Ya en el fondo, podemos descender por la arena hasta el pequeño arco que se forma en la roca por donde incluso cabe una persona. De ahí, si seguimos el veril dejándolo a mano derecha, a escasos metros llegamos a una placa en homenaje a Richard, un guía muy querido que frecuentó y popularizó este lugar y que murió por causas ajenas al buceo durante unas vacaciones en el extranjero.
VERIL DE FARIONES
Son muchas las inmersiones que se pueden hacer en este tramo de costa, especialmente buceos profundos. Se trata del lugar de Canarias con mayor pendiente próxima a costa y acceso cómodo desde tierra, alcanzándose los inmensos bosques de coral negro, más allá de los 60 m, en tan sólo unos minutos nadando desde la playa. En este lugar llaman la atención los grandes meros a los que dan cobijo las inmensas paredes, así como las gerardias y las anémonas gigantes que crecen en el veril y, por supuesto, los bosques de coral negro sólo accesibles para el buceo técnico debido a la profundidad en que se encuentran. No son pocas las personas que tienen sus inmersiones preferidas en estas paredes.
LA CATEDRAL
La ruta para llegar a la cueva atraviesa un arenal que ofrece la oportunidad de sorprendernos con la cantidad de vida que puede albergar lo que, aparentemente, es un desierto. Podemos observar anguilas jardineras, peces araña, peces lagarto, tapaculos, cangrejos de arena, angelotes y bancos de peces como lisas, herreras o salemas. Al llegar al veril es muy probable que un curioso mero nos esté esperando y nos acompañe en parte del recorrido. Antes de la cueva podemos encontrar una pequeña rama de coral negro que permitirá hacerse una idea de lo que pueden ser los grandes bosques que hay en profundidad. El regreso se hace, frente a Playa Chica, sobre un fondo poco profundo que nos entretendrá durante la parada de seguridad.
EL MUELLITO Y LA PLAYA
Desde tierra o desde embarcación, esta zona permite hacer más de 10 recorridos diferentes de todos los niveles. Para los que quieran dar un paseo con gafas y tubo, recibir un bautizo (inmersión de prueba) o incluso un buceo nocturno, este lugar es ideal por la abundante vida que se concentra en Playa Chica y cerca de la orilla hasta El Muellito. Con la luz del sol, los bancos de lisas, salemas, sargos, galanas, herreras, los coloridos pejeverdes y las fulas casi consiguen hipnotizarnos. Una mirada minuciosa sobre las rocas nos permitirá descubrir coloridas babosas de mar como la especie Hypselodoris picta o el cangrejo arlequín.
VERIL DE PLAYA CHICA
Los amantes de las grandes paredes pueden disfrutar de varias rutas próximas a la costa, dado que tras la ligera pendiente de arena se desploma un acantilado que baja hasta más allá de 45 m de profundidad. La roca está tapizada de un manto de coloridas esponjas donde viven animales tan espectaculares como los meros, corales naranja y camarones de profundidad. Es también un lugar ideal para avistar pelágicos. Recorriendo el veril hacía el Este, podemos encontrar una placa de homenaje y unas cenizas, siguiendo por la pared llegaremos a un pequeño barco donde suele merodear el enorme mero conocido como Félix, de ahí podremos subir de regreso a Playa Chica..
CUEVA DE LAS GAMBAS
La inmersión comienza en las escaleras de Playa Chica o, si accedemos en embarcación, en la boya de fondeo. Desde aquí, nos sumergimos hasta el pie del veril atravesando el campo de anguilas jardineras y descendiendo por la imponente pared. Por debajo de 25 – 30 m, las fulas blancas dejan paso a las fulas tres colas y comienzan a aparecer las flabelinas, babosas de mar espectaculares por su forma e intenso color violeta. Al llegar a la cueva debemos entrar con cuidado y acercarnos a una de las cavidades donde se refugian los camarones narval. En pocos minutos se hará necesaria la descompresión y deberemos comenzar el ascenso a sabiendas de que la zona somera nos ofrece el entorno ideal para hacer la parada de seguridad.
AGUJERO AZUL
La forma más habitual de realizar esta inmersión es desde tierra. Entrando por las escaleras del muellito de Playa Chica se recorre la zona somera siempre repleta de bancos de peces. Desde ahí se desciende por las grandes dunas sumergidas, atravesando el campo de anguilas jardineras, hasta la entrada del Agujero Azul, un pequeño túnel de corto recorrido y mucho encanto al penetrar en la arena y salir hacía aguas abiertas. En el veril existen varias cuevas y oquedades interesantes donde buscar vida, desde enjambres de camarones narval hasta un pequeño coral naranja y gran diversidad de peces. Este es también un punto ideal para la observación de pelágicos por lo que conviene no perder de vista el azul.
PECIOS DE PUERTO DEL CARMEN
Es conveniente que visitemos primero los pecios más profundos para acabar la inmersión en el más somero. El pecio situado más al Este conserva aún su g ran hélice sobre los 38 m de profundidad. Entre los restos encontraremos animales típicos de cuevas como rascacios, alfonsitos e incluso catalufas. Recomendamos prestar especial atención a la arena porque es fácil ver chuchos, mantelinas, águilas de mar, torpedos y angelotes. Resulta entretenido intentar identificar cada uno de los seis barcos hundidos mientras recorremos el fondo en busca de la fauna de la zona.
PECIOS DEL BARRANCO DEL QUÍQUERE
El azul turquesa del agua y la facilidad de acceso invitan a adentrarse con gafas y tubo. Desde la costa, se desciende por las escaleras del acantilado hasta la orilla, donde daremos comienzo a la inmersión. Para el buceo con botellas nos sumergiremos de forma perpendicular a la orilla hasta alcanzar los dos primeros navios. Es preferible dejar el tercer pecio para acceder desde embarcación, debido a la profundidad y distancia a la que se encuentra. De este modo, podemos explorar los barcos o detenernos a indagar en la arena porque esconde angelotes, águilas de mar y grandes chuchos. Debemos controlar siempre el ordenador de buceo porque es fácil necesitar parada de descompresión.
PAPAGAYO
Las gafas y el tubo son suficientes para explorar esta recogida bahía. Se recomienda salir desde la playa para aproximarse por el agua a cualquiera de los arrecifes rocosos que es donde se concentra la vida. Mirando al horizonte y siguiendo por la pared de la izquierda, encontramos una gran roca atravesada por un pequeño túnel. Es una más de las múltiples y curiosas formas que nos ofrece el paisaje en este singular entorno. Pero si algo tiene de especial este lugar es la posibilidad de compartir esta afición y de hacerlo sobre todo con los más pequeños.
LAS COLORADAS
Se sugieren dos recorridos que tienen en común el arco de roca como punto de partida. Desde aquí, una alternativa es seguir el veril dejando la pared en el hombro derecho, mientras que el otro recorrido es en dirección contraria, dejándola en el izquierdo. Las formas de las rocas parecen talladas y son bien distintas en cada una de las dos inmersiones. Este lugar no nos dejará indiferentes cuando acumulemos más experiencia, por su sencillez y comodidad. También nos resultará muy interesante cuando tengamos poca experiencia porque son aguas bastante someras.
PUNTA BERRUGO
Esta inmersión no tiene un recorrido único. Para facilitar la orientación, lo más sencillo es partir del punto de fondeo y seguir el veril dejando siempre la roca al mismo lado. Para regresar basta con continuar el veril con la roca en el lado contrario. Si queremos, podemos llegar incluso al pecio. La profundidad es perfecta para el buceo puesto que nadaremos entre 12 y 18 m, así que la reserva de aire nos permitirá disfrutar de una inmersión relativamente larga y cómoda.
PLAYA FLAMINGO
Se puede acceder tanto desde la costa como desde embarcación y resulta especialmente cómoda e ideal para bautizos de mar e iniciación. Las personas experimentadas no dejarán de disfrutar debido a la abundancia de fauna y la luminosidad de la zona. Los dos espigones que forman la bahía sirven de referencia para localizar a los grandes bancos de peces que se sitúan frente a la salida de la rada. Los muros de bloques se pueden recorrer en busca de meros, catalufas, alfonsitos y otros animales más tímidos que gustan de pasar desapercibidos.